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Las pelis de miedo

Las pelis de miedo

Bueno, los que me conocéis en persona sabréis que soy bastante caguetas, que odio las pelis de miedo y que me da miedo hasta Randall de Monstruos, S.A. y eso me lleva a hacer una reflexión...

Normalmente, la gente que tiene realmente miedo detesta ver películas de ese género, y sin embargo son altamente videadas por el colectivo de gente que no tiene miedo. De hecho recuerdo a un muy buen amigo de la infancia llamado Vicente alias "Tinina" (que aprovecho para decir que viene de que su madre se llama Catalina para que los mariposones se abstengan de dejarme comentarios) que no tenía en absoluto miedo al ver esas películas. El tío era capaz de abrirte la puerta a oscuras enmedio de la noche mientras te decía que estaba a solas en el salón... tras ese lóbrego y tenebroso pasillo, viendo una peli de las de miedo de verdad.

Entonces pregunto yo... Si a mí me gusta el género de risa... ¿Qué sentido tiene que vea películas que no me dan risa? Yo no admitiría ver ni cobrando una película de Los Morancos porque sólamente me reiré de ellos cuando se queden en el paro o cuando haya un Caso Arny II, de mal que me caen. ¿Por qué los que sufrimos realmente miedo no vemos películas de miedo? Sería la bomba no atreverse a ver una peli de risa de tanta risa que te iba a dar, ¿no?

Eso me hace recordar a la vez que casi me sacan del cine cuando fui a ver Torrente II. La risa que me provocó que el membrillo de Gabino Diego pillara el coche con el "suba, suba, señor Torrente", para luego estamparse tras recorrer menos distancia que del bidé al lavabo hizo que me desternillara. Minutos después de la escena, yo seguía llorando de la risa en el suelo, mientras el acomodador me invitaba a salir si quería seguir riéndome de ese modo.

Pero vamos, que a lo que estamos es en las pelis de miedo. Luego está el género tan de moda ahora del gore, o lo que es lo mismo, hacer unas "matanses" intencionadas, pero en vez de un cerdo de bellota pillamos a una persona de carne y hueso y sin quitarle el Festina de la muñeca. A mi juicio eso es de enfermos, y el que se lleva la palma es el director de la película o el sonado que ha escrito el guión, porque esas ideas hay asesinos de verdad que ni siquiera las llegan a alcanzar. Desde luego que no consigo entender cómo puede haber personas que sientan una mínima curiosidad por ese género de películas, aunque como habrá que respetarlas, aquí termino mi opinión, y no me como un kebab y me quedo tan ancho porque estoy a régimen (otro día hablo del régimen).

Siguiendo los géneros, tenemos el género de espíritus, que como me dan un caguele muy muy grande, prefiero no comentarlo tampoco. Ellos en el más allá, y yo en el más acá y todos contentos, yo no hago espiritismo y tú no te metes dentro de mi armario por las noches, ¿vale? Esas son las que más miedo me dan, porque las de arriba más bien me dan angustia.

Dentro del género de espíritus y monstruos diabólicos tenemos al archiconocido género de vampiros, donde el Condemor se lleva la palma, (¿eh? ¿cómo dices? ¿Drácula? ¿estás seguro de que el vampiro no es Chiquito de la Calzada? Mira que la he visto y te aseguro que da miedo ¿eh?) Bueno, como veis tampoco estoy muy puesto, aunque si alguna vez veo un vampiro, me he documentado para saber cómo actuar y me he fabricado un supercinturón al más puro estilo Los Goonies con varias armas y tirolinas. Está claro que al vampiro nos lo cargamos con una estaca de madera en el corazón, aunque también te puedes comer una ristra de ajos y tirarle el aliento. Fijo que o se muere o se la clava él mismo...

También hay que hacer mención a los zombies, esas criaturas que parecieron ponerse de moda en los años 80 y parte de los 90 y que llegaron a dar risa con algunas películas en las que los integraban en la vida real, bailando en las discotecas y haciendo otras paridas varias. Yo os seré sinceros... a mí nunca me dieron risa :(

Otro a destacar también es el hombre lobo, que se transformaba cada vez que veía la luna llena. Y ya hay que ser gilipollas para ir a rodar la película siempre en luna llena... ¿no? A ese se le mataba disparándole balas de plata, con las que luego el tío hacía como que se moría y se forraba vendiéndolas. Cuenta la historia que había un hombre lobo que predicaba que sólo podía morirse con balas de oro de 28 kilates con zafiros y diamantes engarzados. Según tengo entendido, pasaron de él hasta que se murió de viejo.

Luego están las momias, que son como el tonto de la película, o el Carton Wals del Principe de Bel-Aire. La momia es lenta, no ve tres "montao" en un burro, no tiene poderes superespeciales y encima siempre suele enganchársele alguna venda. Está muy claro que la momia es el típico monstruo que se llevaría la manta de palos en un hipotético colegio de monstruos a la hora del recreo. Y para colmo se le confunde con papel de water...

En fin... ¿se os ocurre algún monstuo más?

3 comentarios

Jaio -

Después de leer lo de Chuck Norris, creo que ... indiscutiblemente es el único monstruo que te falta.

Bay -

Brrrrrrr.... (¡qué escalofrío!) :S

jose -

Garfield... con la voz de Carlos Latre.


(de nada)